Las piezas que componen estas cubiertas son relativamente pequeñas y se articulan entre si conformando una piel tipo cáscara o caparazón, vinculadas de diversas formas, pero siempre determinando un gran número de juntas, lo que hace mayor el riesgo de entrada de agua ya que cuanto mas chicas sean las piezas, habrá mas cantidad de juntas y por consiguiente mayor deberá ser la inclinación o pendiente del techo, debido a que a mayor pendiente habrá mayor velocidad de escurrimiento, la que no permitirá el ingreso agua a la cubierta a través de sus juntas.
A MENOR TAMAÑO MAYOR CANTIDAD DE JUNTAS → MAYOR PENDIENTE
Como regla general para todo tipo de cubiertas, la separación entre listones es igual a la longitud de la parte visible de la pieza, se trate de tejas o chapas indistintamente. La única distancia que varía es la del listón compensador que obviamente es el primer listón y va ubicado en el alero o arranque del techo.
Clasificación de cubiertas según su material:
Pizarras naturales:
Vienen en forma de lajas o láminas extraídas de canteras, procesadas artesanalmente o con máquinas, son frágiles y costosas. Su pendiente aproximada es de 47 %. Pueden llegar a ser de madera de cedro, pino, etc.
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