Los anclajes se diferencian de los entibados con puntales en los siguientes aspectos:
a) Los anclajes se ensayan al 125% de la carga de diseño, luego se reduce la carga y se ajusta al 75% o más de la carga de diseño. Este proceso remueve alguna de las anomalías que causan variaciones de carga, inherentes a las entibaciones apuntaladas, que pueden o no ser precargadas. Si los puntales son precargados, generalmente lo son al 50% de su carga de diseño. En conclusión, se cree que el proceso de instalación de anclajes conduce a un mejor control de la carga y su distribución.
b) Los datos experimentales en anclajes no muestran un incremento de carga al profundizarse la excavación, sino que mantienen una carga constante. A diferencia de los puntales en entibaciones, que aumentan su carga con la excavación, los anclajes mantienen una carga lateral predeterminada por la precarga y el sellado.
La menor fuerza lateral está asociada a la condición “activa”. La condición activa involucra una deformación lateral para alcanzar dicha condición. Si no se permitiese ningún movimiento horizontal, obtendríamos la presión en reposo.
Debido a la precarga de los anclajes, se desarrolla una distribución uniforme, de la presión en pantallas con anclajes para condiciones de suelo generales, a excepción de casos en arcilla media a blanda.
Cuando se desea minimizar los desplazamientos en la cercanía a la excavación, los anclajes deben ajustarse al 100% de la carga de diseño. En este caso la carga de diseño debe calcularse en base al coeficiente “KO” en reposo (0.4 a 0.5 para arena densa a suelta). En el caso en que los desplazamientos no sean críticos, puede
utilizarse el promedio de KA y KO. En el caso particular de arcilla rígida a muy rígida y arenas con cohesión, se sugiere utilizar una presión uniforme produciendo la misma fuerza que el diagrama empírico de entibaciones apuntaladas.
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