Un aspecto que lo asemeja con la mampostería de ladrillos cerámicos huecos, es la rapidez de colocación del material, erigiendo la pared ágilmente, dada la liviandad de la pieza.
Entre la gran variedad de bloques de hormigón se destacan los de la figura de la izquierda y con los cuales obtenemos los cerramientos que al lado se ilustran.
Pese a las virtudes antes enumeradas, este material posee desventajas que equiparan en cantidad a las anteriores: entre otras se puede nombrar la exigencia de refuerzos y encadenados en demasía (según el mortero utilizado) y el constante riesgo de fisuración que presentan ante la clavazón y el canaletéo. Pero sin lugar a dudas el problema principal de estos mampuestos lo constituye su gran tendencia a agrietamiento, a causa de la retracción que sufre el cemento al momento de fraguar (la que puede tardar hasta un mes) lo que constituye el 90 % de las fallas que afectan a las paredes compuestas por estos bloques.
La retracción consiste en la pérdida de agua por parte del cemento, con su consecuente pérdida de volumen, que afecta tanto a los bloques mampuestos (por constituirse con cemento) como al mortero de asiento. Por este motivo es aconsejable almacenar los bloques (en atmósfera seca) por un tiempo prudente hasta completar su retracción (mínimo 2 semanas) con lo que estarán listos para su aplicación. De aquí se desprende que bajo ninguna circunstancia se utilizarán bloques mojados y ni siquiera húmedos.
Además de este problema, los bloques de hormigón modifican su volumen ante la ausencia o presencia de agua: sufren dilatación al absorber agua y cuando secan, recuperan sus dimensiones originales. Por esta razón es de vital importancia aislarlos correctamente tanto del agua de lluvia, como de la humedad ambiente interior (condensación).
Otro factor causante de grietas, es el uso de unidades rajadas. La presencia de un solo bloque agrietado, determinará la segura prolongación de la fisura, hacia el resto de la pared. Después de lo dicho esta demás señalar que los bloques deben seleccionarse minuciosamente.
Los refuerzos contribuyen en gran medida a contrarrestar los movimientos causantes de las fisuras y serán esencialmente los encargados de soportar y distribuir las distintas solicitaciones de la obra. Para los dinteles y vigas de encadenado superior existen piezas especiales, como la que vemos en la figura, mientras que los refuerzos verticales; dado que la erección de la pared se realiza a junta recta, es decir manteniendo la correspondencia vertical de los agujeros (prescindiendo de la traba); se construyen directamente incorporando el hierro y la mezcla dentro de los huecos conformados por los bloques.
En paredes muy largas es recomendable hacer juntas de dilatación vertical, las que interceptarán o cortarán a la pared y el encadenado en toda su altura.
No es necesario que el mortero de asiento cubra totalmente la superficie superior del bloque, sino solo el perímetro longitudinal de aquella de igual manera que para el cerámico hueco portante (figuras 1 y 2). Para el caso de las juntas verticales, se aplica la mezcla en las aletas antes de colocarlos (figura 3).
No hay comentarios:
Publicar un comentario