presente en todo material elaborado por vía húmeda (mampostería, revoques de hormigón, contrapisos de hormigón pobre o de vermiculita, los rellenos de pendiente, etc.) la cual queda confinada en la obra, aún después de que esta haya alcanzado su finalización teórica.
No queda mas remedio que dejarla evaporar y escurrir naturalmente, hasta que solo quede en el muro una cierta cantidad que podemos considerar “natural” o de permanencia no perjudicial.
b) Agua ascendente por capilaridad: muchas veces favorecidas por un desconocimiento de las leyes de capilaridad y del descuido puesto en las capas aisladoras. Para que estas funcionen eficazmente, debe procurarse una buena ubicación (10 a 15 cm por encima del nivel de piso terminado) con la suficienteelasticidad para soportar los posibles movimientos del muro, pero a su ves con la dureza necesaria para resistir el punzonamiento. Si la capa aisladora falla, existen tres alternativas terapéuticas:
La inyección de siliconas que consiste en el relleno de la red capilar con algunos tipos de silicatos y fluosilicatos vehiculizados en agua, que al cristalizar obturan la misma. Otro es el método de cortes de pared: 100 % eficaz, y el de electro ósmosis, que aprovechando la particular propiedad electrofísica de los capilares en los que el agua avanza en sentido contrario al de la corriente eléctrica, de manera tal que al invertirse el sentido de la misma, también se invierte el de la migración capilar y así, el agua que antes subía, ahora bajará (los tres métodos serán explicados mas adelante).
c) Agua de aporte exterior por ambas caras: aquí el agua reconoce dos orígenes de procedencia:
el agua de lluvia y la condensación superficial, esta última interior. Esto representa uno de los problemas mas complicados que hacen al funcionamiento de la “piel” constructiva, ya que por un lado se debe impedir el acceso de agua proveniente desde el exterior (de lluvia, etc.) pero por otro permitir la salida del vapor interior, así como del agua ya penetrada en la pared o de la condensada en la misma.
Las soluciones a dicho problema básicamente son dos y dependerán de la orientación del muro frente a la frecuencia de lluvias, vientos, etc., y la posibilidad de que en un mismo local, algunas de las paredes sean absorbentes de vapor y otras impermeables a éste, tratando siempre de buscar un equilibrio funcional de la envolvente:
1. impermeabilización externa por filmes o capas hidrófugas: es conveniente aclarar que este método impide un buen funcionamiento de la evaporación ambiental, ya que además de impermeabilizar exteriormente contra las lluvias, también es impermeable al vapor interior. Consta de revoques hidrofugantes o de agente filmógenos (pinturas) en base a metacrilatos o poliuretanos.
2. siliconados: es el método mas eficaz, ya que impide el acceso de agua externa, pero sin obturar la red capilar, modificándola químicamente, sin impedir el escape del vapor.
Las siliconas vienen dispersas en aceites, resinas o agua. su inconveniente radica en que reemulsionan ante el contacto con el agua de aporte, migrando lentamente hacia el interior del muro y perdiendo así su eficacia. Sumado a esto la desventaja de que el residuo silicónico impide la aplicación de nuevas capas, exigiendo previos tratamientos de agua a presión, vapor o disolventes acuosos.
La misión de las aislaciones hidrófugas es evitar el paso del agua proveniente de los distintos puntos hasta aquí mencionados, ya sea desde el suelo o de la atmósfera (agua de lluvia, de escurrimiento, napas superficiales y ascendentes) y controlar el del interior (vapor de agua).
Se dan de dos maneras: 1) Preventivas y 2) Directas
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